Los bastidores de madera, los pañuelos de seda y los pinceles vuelven a ocupar estos días la primera planta del centro de Semilla en Sigra. Tras el parón obligado de los meses con excesiva humedad, las artesanas de Marina Silk han vuelto a reanudar la producción para tener listas sus creaciones de cara a la campaña de Navidad.
Esta semana se ha reanudado la producción de pañuelos Marina Silk. Las nueve mujeres que actualmente trabajan en este taller artesanal —el primero proyecto del Programa de Mujer que Semilla para el Cambio puso en marcha— han podido retomar la actividad tras varios meses de parón a causa de la climatología. La humedad que hay en Varanasi durante la época de lluvias provoca que la pintura no se fije adecuadamente en los pañuelos de seda e impide que se pueda realizar el trabajo convenientemente.
Ahora, las mujeres de Marina Silk trabajan con la vista puesta en la campaña de Navidad, ya que los pañuelos de seda son uno de los regalos solidarios que la ONG ofrece para particulares y la demanda se incrementa durante estas fiestas.
Marina Silk cuenta con 25 modelos diferentes que se han diseñado en exclusiva para este proyecto y que las artesanas pintan con gran dedicación. Mujeres como Laltusi, que fue una de las 12 mujeres que se formaron para el pintado de pañuelos de seda en 2011 y que todavía continua en el proyecto. “Pintar los pañuelos de seda me gusta mucho —dice—. Aunque las condiciones de producción son un poco más complicadas que las de los otros productos artesanales, es una actividad muy relajante”.
Como la producción de los pañuelos Marina Silk no puede tener una continuidad durante todo el año, durante los meses que está cerrado sus artesanas se unen al Taller de Artesanía de la ONG, en el que confeccionan el resto de regalos solidarios que ofrece la ONG.