Hoy queremos hablaros de unas personas muy importantes para Semilla para el Cambio y para las mujeres de los talleres artesanales de la ONG en Varanasi: nuestros voluntarios. Ellos son nuestros principales representantes en España y una vía fundamental para la venta de los regalos solidarios que elaboran las artesanas.
Estas Navidades, en A Coruña, Vigo, Madrid, Barcelona y Euskadi, han participado en numerosas actividades, ferias y mercadillos para dar a conocer estos productos solidarios y recaudar fondos para que los talleres de Semilla sigan funcionando y dando trabajo a las mujeres de los slums.
“Con la venta de estos artículos damos visibilidad a los proyectos de empoderamiento de la mujer de Semilla y al trabajo que se realiza en Varanasi”, nos dice Iñaki González, responsable de comunicación del Grupo de voluntariado de Euskadi. Para sus compañeras de grupo, Lola Fernández y Lucía Artaza, a esto se une la satisfacción de saber que están ayudando a que, mujeres que no han tenido la suerte que ellas tienen, tengan un trabajo y un sueldo dignos.
Para Ángeles Martín, coordinadora del grupo de Vigo, es muy gratificante formar parte de alguna manera de un proyecto que vio nacer. Ella fue voluntaria también en Varanasi y tuvo la oportunidad de vivir el comienzo del programa de empoderamiento, con el proyecto de Alfabetización. “Ver que cada vez hay más mujeres interesadas en aprender, crear, tener un puesto de trabajo digno y, en definitiva, crecer, es una gran fuente de motivación para mi”.
De forma parecida opina Nuria Vera, de Barcelona: “El grupo de voluntariado de Barcelona está formado casi en su totalidad por personas que hemos conocido a Semilla en Varanasi y hemos compartido momentos con las mujeres de los proyectos de empoderamiento, viendo cómo pintan los pañuelos y cómo hacen los regalos solidarios mientras hablan de sus cosas. Conocerlas a ellas y conocer el proyecto nos motiva mucho a la hora de vender los regalos”.
“Es un orgullo y un inmenso privilegio poder acompañar a las mujeres en su desarrollo intelectual, social y educativo: ver cómo avanzan en la técnica tan rápidamente y como les supone una fuente de ingreso y una forma de realizarse como persona y como mujer”, dice Belén Hernández, encargada de comunicación del grupo de Madrid.
Colorido y solidaridad
Ellos y ellas son también los principales testadores de los productos, ya que están en contacto directo con el público y la gente que los compra y ven sus reacciones ante las artesanías solidarias. “A la gente les encantan los colores y en cuanto les cuentas quiénes los hacen y cuál es el objetivo de venderlos la gente se solidariza y compra. Además, no son nada caros”, apunta Lola Fernández.
“En las ferias a las que vamos, nuestro stand siempre es el más colorido y, compren o no, la gente se para a mirar y te dicen que son muy bonitos –cuenta Nuria Vera-. Los regalos en general gustan, pero hay personas que solo ven el producto en si y otras que ven el valor que hay detrás”
Pero, como nos cuentan desde A Coruña, incluso los más pequeños valoran el carácter solidario de los productos. “Estos días hemos estado en un Salón Infantil y cuando les contábamos a los niños que las pulseras, los lápices o los móviles estaban hechas por mujeres de la India y que el dinero se destinaba a que otros niños pudieran ir al colegio, comer mejor o tener una vida más digna, su reacción era preciosa y querían colaborar”.
Regalos especiales
En fechas tan especiales como la Navidad, los voluntarios de Semilla tienen muy claro que un regalo solidario tiene un valor añadido muy especial. “Siempre es bueno colaborar con causas solidarias y además, estás comprando un bonito detalle”, opina Iñaki González. “Son pequeños detalles que para nosotros no suponen mucho pero, que sin embargo, son de gran ayuda para las mujeres de los slums”, añade su compañera Lucía Artaza.
“Para mi son regalos con mensaje –añade Ángeles Martín-. En fechas como Navidad, donde muchas veces nos vemos envueltos sin querer en esa fiebre consumista de compras, estrés, multitudes, etc. son una alternativa de consumo responsable. Un detalle original que puedes comprar en España por un precio muy asequible, con el que contribuyes a mejorar las condiciones de vida de muchas familias en India, ¡como un pequeño “efecto mariposa” en positivo!”.
Para Belén Hernández, poder unir dos regalos en uno es doble felicidad. “Hacer regalos solidarios, especialmente en Navidad, es como hacer un regalo doble: a aquella persona que lo recibe y a la persona que se ve beneficiada por ello”, concluye.