Artesana - regalos solidarios - Semilla para el cambio

“Mi vida ha dado un giro. Me siento muy orgullosa de crear productos con mis propias manos”

Con veinte años, Rozi es una de las mujeres más jóvenes que trabaja en el Taller de Artesanía de Semilla para el Cambio. Ya participó en el proyecto educativo hace casi una década, pero abandonó las clases preparatorias antes de su escolarización. Y con 18 años, volvió a la ONG  para formarse en los cursos de alfabetización y corte y confección. Ahora nos cuenta su historia y nos habla de su nueva vida.  

Los caminos de Rozi y Semilla para el Cambio se cruzaron por primera vez en 2010, cuando la ONG empezó a trabajar en los slums de Sigra. Por esa época, Rozi tenía 10 años y asistió a algunas clases preparatorias del Programa de Educación Integral para ser escolarizada. Pero era la primera vez que asistía a clases y lo dejó a los pocos días. “En aquel momento no quería estudiar, no me daba cuenta de lo importante que podía ser para mi futuro… Ahora me arrepiento de no haber seguido estudiando cuando tuve la oportunidad”, declara. 

Por aquel entonces, Rozi veía más importante trabajar para ayudar a su familia a subsistir. Lo hizo hasta los 16 años, cuando sus padres la casaron con un hombre al que no conocía. Pero ese primer matrimonio no funcionó y Rozi acabó divorciándose y volviendo a Varanasi con su familia. Casarse y divorciarse a los pocos meses no es una situación fácil para nadie, y menos para una adolescente en India. “No tengo un buen recuerdo de esa época, por suerte mi familia me apoyó y pude volver a casa”, asegura.

Su vuelta a la ciudad hizo que volviera a entrar en contacto también con Semilla. Ya con 18 años, Rozi empezó a ver la importancia de tener estudios para poder tener un futuro mejor, así que se apuntó al Curso de Alfabetización para adultos. “Esto me ha permitido leer y firmar documentos importantes, como pruebas o certificados médicos; o enterarme de las noticias leyendo el periódico.” Acabado el curso de alfabetización, Rozi también participó en el Curso de Corte y Confección, donde aprendió diferentes técnicas de costura que le han permitido entrar a formar parte del Taller de Artesanía, en el que trabaja junto a Tajkeera, su madre.

Costura - Con M de Mujer - Semilla para el cambio
Rozi durante el Curso de Corte y Confección. Foto: Cristina Rocha

“Mi vida ha cambiado por completo desde que me apunté al curso de alfabetización, ahora trabajo en algo que me gusta, compartiendo con mis compañeras y creando productos con mis propias manos. Me siento muy orgullosa —confiesa—. Semilla ha hecho que mi vida dé un giro.” Y es que además de participar en los diferentes proyectos del Programa de Mujer, Rozi también se está beneficiando del Proyecto de Promoción de Salud, con el que lleva el control de su primer embarazo, tras volverse a casar hace tan solo unos meses. “Quiero que mi hijo o hija estudie para que tenga un futuro mejor, y espero que pueda formar parte también de los programas de Semilla, que me han ayudado tanto”.

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